"Es una explosión en las tinieblas."

martes, 29 de marzo de 2011

"Literacy Practices" - Barton & Hamilton

El punto principal del texto se desprende del concepto literacy (o literacidad) como la capacidad del individuo de ejercer la cultura escrita (lectura y escritura) dentro del contexto en el que se desenvuelve, es decir, la literacidad se vería vínculada, como práctica letrada, a las prácticas sociales. Este vínculo entre la práctica social y la práctica letrada sería de carácter bidireccional, ya que, si bien la cultura escrita se desarrollaría en un marco social determinado, este contexto comunicacional se vería supeditado, también, por el conocimiento de lengua que posean los hablantes. En definitiva, las prácticas letradas actúan como "modeladores" del hombre a partir de niveles ideológicos, cognitivos e identitarios respectivos a cada sujeto dentro de la sociedad.
Por otra parte, las prácticas letradas, basadas en el acceso a modalidades discursivas de texto, son consideradas como inscriptoras dentro de un evento específico. Así, se generaría una relación tripartita de la literacidad a partir de su carácter social:
  • Prácticas: Halladas dentro de instrucciones formales, es decir, norman y regulan el uso y distribución de textos, prescribiendo quién debe producir y tener acceso a ellos (p. 8).
  • Eventos: Poseen naturaleza situada y se relacionan con los accidentes en los que se generan los diversos tipos de prácticas. "Literacy events are activities where literacy has a role" (p. 8)
  • Textos: Clasificados dentro de las "ocurrencias lingüísticas". Ya que no existe un texto de naturaleza monotípica, se formula la noción de "género discursivo" como un enunciado "relativamente estable" que circula dentro de los parámetros sociales. Debido a su carácter cultural, el género discursivo se produciría dentro de un contexto específico (evento).
Naturaleza de la literacidad:

  • "Literacy is best undertood as a set of social practices; these can be inferred from events which ara mediated by written texts.
  • There are different literacies associated with different domains of life.
  • Literacy practices are patterned by social institutions and power relationships, and some literacies are more dominant, visible and influential than others.
  • Literacy practices are purposeful and embedded in broader social goals and cultural practices.
  • Literacy is historically situated.
  • Literacy practices change and new ones are frequently acquired through processes of informal learning and sense making." (p. 8).
Siguiendo el orden del cuadro anterior, se desprende la idea de que, en primer lugar, la literacidad se vincula a las prácticas de carácter social, determinadas en sí por los diversos dominios de vida que maneje el individuo dentro de contextos. Particularmente, las prácticas letradas se vinculan a instituciones sociales, cuyo dominio supondría un "prestigio" ante la comunidad humana. A su vez, tienen un propósito basado en objetivos sociales, que darían a entender la existencia de diversas formas de lectura a partir de cuál es el propósito que se desea alcanzar.
Las prácticas sociales son también históricamente situadas, con una ideología de trasfondo y el juego de poder que se desprendería de la idea de "prestigio" antes comentada. Se habla de su naturaleza "históricamente situada" en relación a que ellas son construcciones culturales con una evolución constante, por lo que debe considerarse el pasado, la historia, como un eje del que se desprenden las manifestaciones sociales de cualquier tipo, como lo es el caso de las ideologías, las tradiciones, etc.
Finalmente, las prácticas de tipo social se van creando acorde a la necesidad comunicativa que se presente en el contexto, a la par de que dichas prácticas nuevas se van aprendiendo, integrando, a la competencia lingüística de cada hablante. Hay una relación estrecha entre las prácticas letradas y el aprendizaje, muchas veces generado en circunstancias que implican poca formalidad y, por ende, se hablaría de una interiorización de la literacidad desde eventos casuales, espontáneos, y no de tipo formal como se podría suponer desde un punto de vista elitista. Aún así,  la educación que se dispone en instituciones como la escuela, tienden a monopolizar las prácticas letradas, como lo postulan los autores: "Socially powerful institutions, such as education, tend to support dominant literacy practices. These dominant practices can be seen as part of whole discourse formation, institutionalised configurations of power and knowledge wich are embodied in social relationship" (p. 19).

"Lo hablado y lo escrito" - Benveniste, B.

Oposición entre lo hablado y lo escrito trasciende a la distinción superficial de "lengua hablado espontánea" y "lengua escrita refinada".

"Algunas operaciones cognitivas diferentes"
"Debemos a la escritura el poder imaginar la lengua como algo pensable. Se puede pensar en las palabras, verlas, sacarlas del contexto (G. Cardona, 1990, p.188)" (30).
 En la retórica grecorromana se tenía plena conciencia y dominio cabal de las acciones realizadas, tomando en cuenta que ambos criterios se respaldaban únicamente en la oralidad.

Concepción de la escritura en la época antigua: "enlentece los procesos mentales y de cuya práctica resultan hábitos incompatibles con la palabra hablada, estorba y traba el pensamiento y obstaculiza el curso de la improvisación (F. Desbordes, 1996, p. 180)" (31).

J. Goody propone una concepción de la escritura como una manera de domesticar la mentalidad salvaje, ya que, "sin escritura, no es posible lograr un análisis de la lengua" (31), de palabra o de las formas de la conciencia lingüística.

D. Olson distingue entre "lo que un texto quiere decir y lo que dice literalmente (en inglés to mean y to say)" (32).
  •  To say: Dominio de la escritura. Exige de una repetición estricta. "La escritura está hecha para anotar lo que se dice, más que lo que se quiere decir" (33).
  •  To mean: Dominio de la oralidad. Los "actos orales elaborados" son casos extraños en la actualidad.

Atención dirigida a la forma: "Una cultura oral preserva la información contenida en los textos literarios dándole una forma que se pueda memorizar: ritmos, regularidades fónicas, simetrías" (32).

    • Fijación de la forma fónica de palabras por medio de la escritura.

    "Lo escrito presente en lo oral"
    "Un sistema de escritura desemboca en textos escritos que se leen - es decir, son leídos - y desde ese momento se convierten en modelo de lo que se dice (D. Olson, 1994, p. 86)" (34).
     Recurrencia en el discurso oral al uso de medios de expresión característicos de la escritura, como lo son: "las marcas de puntuación y de tipografía [,] el signo de exclamación, la coma, la mayúscula o las comillas" (35). De igual forma,  "el acento de insistencia, el alargamiento, la subida de tono, el cambio de ritmo, etc." (35) desempeñan marcas orales que no pueden ser fácilmente transcritas al discurso escrito.

    • "Recurso constante, entre los hablantes con fuerte cultura letrada, a la forma gráfica de los enunciados" (36).


    "Las discriminaciones, oralmente y por escrito"
    Los criterios que utiliza la escuela o la justicia presuponen una mayor recurrencia al empleo de procedimientos gráficos que a los de carácter oral, por lo que supondrían "un valor mayor" dentro de los registros de la lengua. Esto es falso, ya que hay ciertas situaciones en las que es más conveniente el uso de discriminantes orales.


    "Los modos de producción
    "Los enunciados escritos son producidos según un desarrollo lineal orientado. Es sobre este modelo que F. de Saussure proyectó los dos ejes de análisis del sintagma y el paradigma, retomados luego por R. Jakobson" (42).
    • Eje del sintagma: "representa el encadenamiento de elementos que se suceden" (42).
    • Eje del paradigma: se representa en sentido vertical y "no corresponde a nada que esté escrito, en la práctica ordinaria de un texto escrito. Es, dice Saussure, el eje mnemónico de las series potenciales" (42): series léxicas y series gramaticales. Los elementos del eje paradigmático poseen, según Saussure, un carácter "latente".
    Escritura como producto acabado: "En los borradores, el que escribe vuelve con frecuencia hacia atrás sobre el eje de los sintagmas. [...] Las etapas de confección del texto se borran en el texto escrito, tal como lo concebimos, en tanto producto terminado" (43).
    Habla como producto rara vez acabado: "En el uso conversacional, la lengua hablada deja ver las etapas de su confección [...,] no es posible borrar lo que se acaba de decir. [...] Deja de distinguirse lo que pertenece al desarrollo sintagmático de lo que, viniendo del orden paradigmático, se encuentra indebidamente en la misma línea" (43). En la producción oral se produce un efecto de acumulación paradigmática que puede o no ser estilístico, pues no hay posibilidad de omitir lo ya dicho, sino solo de retocar el sintagma nominal para modificar su estructura o completarla, basándose en la idea de secuencia máxima.

    Característica esencial del habla: "facilidad para inducir oraciones incisas" (48), frecuentes en los monólogos, como forma de "pronunciarse frente a la elección de una palabra" (48). Debido a esto, el discurso pierde su linealidad y se comprende una ramificación de ellos que se "entrecruzan" como si fueran distintos elementos. Esta característica es ajena al discurso prosaico escrito, pero hay poetas que proponen que de este fenómeno surge el "nacimiento del lenguaje", ya que el pensamiento genera diversas respuestas al ser producido por impulsos discontinuos que se distinguen a través de titubeos y respuestas erróneas. Tipos de oraciones incisas:

    • Microvariaciones
    • Microoposiciones
    • Microcomparaciones
    Oración como "principio administrador" en el eje sintagmático, ya que se da por entendido un orden de lo continuo dentro de su estructura, proceso inverso al de discontinuidad. Se evidencia un funcionamiento correcto de la relación pensamiento-oración, pero si dicho mecanismo resulta viciado, "no quedan más que fragmentos de de la búsqueda paradigmática, "depósitos yuxtapuestos de pequeños fragmentos heterogéneos"" (50).


    "Dificultades de la trascripción de lo oral"
    La oralidad implica un auxilio de las representaciones visuales dentro de su análisis, ya que está compuesta de símbolos fonéticos (materia fónica) que se logran emplear mediante el uso de la memoria. "Es por ello que la mayor parte de los grandes corpus de la lengua hablada toman como base la escritura ortográfica", pero no se puede suponer que por ello la escritura actúe como un ente meramente transcriptor de lo oral, lo escrito no es igual a la transposición de los discursos orales.
    • "Es difícil anotar por medio de la escritura ciertas características de la propia materia fónica" (51).
    • No puede lograrse un "realismo" total con las "transcripciones escritas".
    • "Los usos tipográficos comunes no están hechos para registrar con comodidad las pausas o las interrupciones" (51).
    • "El uso convencional de los signos de puntuación no está  en relación directa con los fenómenos de la lengua hablada que se supone representa" (51-52), como ocurre en el caso de signos "expresivos" o fenómenos de fuerza ilocutoria.
    • En el francés, por ejemplo, no es posible escribir neutralizaciones de forma sencilla, ya que se tiende a la ambigüedad. Los "truncajes ortográficos" se emplean tradicionalmente como método de descalificación del habla de individuos particulares o como símbolo de la deformación del pensamiento.
    • "Dificultades para "oír" la lengua hablada" (53): Selectividad en el análisis de la oralidad, en la que participa la interpretación y la percepción de cada uno de los "oyentes". "Mediante la reconstrucción de lo que el hablante "quiso decir" logramos - más o menos bien- percibir lo que se dice" (54): Percepción ligada a la noción de "to mean".

    "Elección de convenciones de transcripción"
    (GARS)
    1. Elementos no ortografiables: llamada de nota y transcripción fonética
    2. Puntuación: ninguna
    3. Mayúsculas: en los nombres propios (y título de libros, películas)
    4. Números: escribir en letras (salvo número de teléfono)
    5. Pausas:
        pausa corta                       +
        pausa larga                      - -
        interrupción                     ///
    6. Incomprensible:             XXX
        (tantas X como sílabas discernibles)
    7. Superposiciones:        .....                                        
                                              .....
    8. Multitranscripciones:     / ..., .../
    9. Ortografías a elección:  (...):
        il a des ami(es) [tiene amigos(as)]
    10. Esbozo de palabra:    -
                                           ca-casilleros vacíos

    "Desmitologización de la cultura escrita" - Olson, D.

    "La más noble adquisición de la humanidad es el HABLA, y el arte más útil, la ESCRITURA. La primera distingue al HOMBRE de los animales; la segunda, de los salvajes incivilizados (Astle, 1784, p. i)." (21).
    La ubicuidad de la escritura se presenta aquí como característica esencial de las sociedades modernas.
    la cultura escrita se presenta en el texto de Olson como una de las capacidades más valoradas para el hombre, ya que gracias a ella, el ser humano es capaz de emplear textos escritos.
    de esto se desprende una gama de mitos que presentan a la cultura escrita como una habilidad básica. Esto es, considerarla como un conocimiento presupuesto de la escolaridad, en cuyo núcleo se encontrarían la lectura, la escritura y la aritmética.
    La noción de habilidad básica se hallaría inmersa en métodos llevados a axiomas, que iniciarían con la adquisición de la competencia general en lectoescritura y se sucedería del uso de dicha competencia para la integración de un corpus especializado de conocimientos.

    "La preocupación por la cultura escrita no está limitada a una determinada clase social o sociedad" (22), debido a su carácter universal. La escritura y la lectura se plantearían como un medio de liberación y progreso, como un instrumento de poder que aboliría la sumisión de los pueblos. Todo esto, ciertamente, dentro de una perspectiva que sobrestima a la cultura escrita como proceso alfabetizador. El problema, como lo plantea Olson, es que la sociedad occidental ha desencadenado un sentimiento de superioridad gracias "a un simple artefacto tecnológico: un sistema alfabético de escritura" (22), es decir, la arrogancia de Occidente se basaría en un mero mito de selectividad, en el que los letrados serían aventajados y los iletrados padecerían de defectos sociales. Aún más, este débil argumento empleado para validar la vanagloria de una comunidad hablante, por carecer en sí de fuerza, gatillaría políticas sociales y prácticas educativas igualmente deficientes.

    En conclusión, Olson propone que se reinventen las bases por las que se llega a comprender "el mundo sobre el papel" (23) y, con ello, lograr que la sociedad se desprenda de los mitos de superioridad que  se encuentran ligados por inmanencia, hasta la actualidad, a la cultura escrita. Para efectos de concretar el objetivo, se identifican los seis mitos o creencias que debieran ponerse en tela de juicio, para luego ser refutados:

    1) "La escritura es la transcripción del habla": Supondría una limitación de la escritura como un mero reflejo del habla, lo cual se desmiente debido a la influencia de una planificación en la entrega de información, diferente a los procesos de la oralidad, debido a la existencia de "relaciones gramaticales" estructuradas de antemano en el corpus interno de cada individuo.


    2) "La superioridad de la escritura respecto del habla": "el habla es vista como una posesión "imprecisa y desordenada" del pueblo [...], la escritura es vista como un instrumento de precisión y poder" (23-24). El mito se desacredita a medida que se toma consciencia de que la escritura es un instrumento de precisión para la expresión de ideas en la oralidad, es decir, no se puede perder de vista el hecho de que el objeto (el habla) debe primar por sobre su representación o imagen (la escritura) y no a la inversa. Por otra parte, la forma hablada incluye un espectro de significados equivalente al de la cultura escrita y, a su vez, posee un carácter autónomo que concluiría por derrocar la "tiranía" de lo escrito. "En la actualidad, se acepta que la propia lengua oral es la posesión y herramienta fundamental del intelecto; la escritura, aunque importante, siempre es secundaria" (28-29).

    3) "La superioridad tecnológica del sistema alfabético de escritura": Este mito crearía la separación entre letrados e iletrados y los concebiría como pueblos "distintos", debido a la creencia de que la escritura es uno de los niveles de desarrollo humano más elevados a integrar. Se desprenden de ello tres modos de escritura para tres "tipos de pueblo": "La pintura de objetos es apropiada para los pueblos salvajes, los signos de palabras y de proposiciones, a un pueblo bárbaro, y el alfabeto, a los pueblos civilizados" (24). Finalmente, el alfabeto se daría a conocer como "la consecución de medios visibles cada vez más precisos para representar patrones de sonidos, la fonología de la lengua" (24): "Mediante un signo desprovisto de sentido, ligado a un sonido desprovisto de sentido, hemos construido la forma y el sentido del hombre occidental", es decir, se pervirtió la noción de alfabeto para llegar a justificar un progreso intelectual.
    Olson refutaría estas concepciones de superioridad de lo escrito mediante el entendimiento de "alfabeto" como un producto de la adaptación de fonemas griegos a una estructura silábica. También se haría cargo de la idea de "simplicidad del alfabeto" como motivo de su uso masificado, mencionando que no existe relación entre dicha simplicidad del alfabeto con el proceso mismo de alfabetización de una comunidad hablante.

    4) "La escritura como órgano de progreso social": Se da por entendido que la escritura es un "medio para lograr la modernización" (25) tanto social como económica, ya que, según Gibbon, "el uso de letras es la principal circunstancia que distingue a un pueblo civilizado de una horda de salvajes, incapaz de conocimiento y reflexión" (25-26). Situación de la noción de "analfabetismo" como "plaga", la cual condiciona al ser humano a una vida llena de "pobreza y desesperanza" (26) que impiden su ascenso en la "escala social".
    Esto es falso, ya que, en palabras de Olson: "la cultura escrita no solo es la vía real hacia la liberación, sino también, y con la misma frecuencia, un medio de esclavitud" (29). La escritura actuaría como un medio domesticador del hombre y su función primaria, como propone Levi-Strauss, "es facilitar la esclavitud de otros seres humanos" (30). Por otra parte, la alfabetización no es un hecho determinante del progreso humano, ya que "los avances en el comercio y la industria a veces se producían en contextos de bajos niveles de alfabetización" (31, Olson).

    5) "La cultura escrita como instrumento de desarrollo cultural y científico": La escritura se presenta como la responsable del surgimiento de ciencias y formas de pensamiento verosímiles, ya que se toma como "enemiga de la superstición, el mito y la magia" (26). Lo anterior se fundaba en el hecho de que las civilizaciones grecolatinas se comprenden como las primeras comunidades en practicar la cultura escrita y en transmitirla. El problema está en que, a su vez, Grecia era una cultura que practicaba más la actividad oral que la escrita por una preferencia por la dialéctica (análisis y argumentación como instrumentos de conocimiento), lo que implicaría que el desarrollo cultural no depende causalmente de la escritura y la lectura.

    6) "La cultura escrita como un instrumento de desarrollo cognitivo": Consideración del aprendizaje de las llamadas "habilidades básicas" como esenciales para los conocimientos adquiridos desde la escolaridad en adelante, puesto que consistiría en la "decodificación" de lecturas. La objeción de Olson a esta propuesta es que la escritura no es el único medio de aprendizaje (existencia de la cognición mediante el habla, los gráficos, los videos, etc.) y que tampoco se debe dar mayor atención al medio que al contenido mismo a interiorizar. "La habilidad de leer depende no solo del reconocimiento de las letras y las palabras, sino de la adición al conocimiento general de los acontecimientos referidos en el texto" (33). La competencia se analiza de acuerdo al contexto del individuo, como lo es el caso del alfabetismo funcional. "Centrarse en las habilidades relacionadas con la escritura subestima seriamente la importancia de los saberes implícitos que los niños llevan a la escuela" (33).